En este largo instante en que desabotono mi piel en que la cremallera de mis huesos deja ver su médula y mis omóplatos se desprenden de la carne en este final de todo envoltorio exploto me desenvaino salgo latiente ya no muero
va de regalo un microcuento de mi autoría, tan en comunión con lo expresado en este bello poema.
Disfraz Le regalaron un muñeco. Curioso, le bajó el cierre que tenía en la espalda hasta por debajo de la cadera. Miró cada hueso, cada articulación con sus yemas. Cosas de la edad. Sintió algo viscoso y siguió hurgando. Notó que las yuntas se movían. Con maña logró quitar un hueso y otro y otro. Instantáneamente, la piel cayó al suelo. Intentó ponérsela y sólo logró cubrir la parte izquierda de su cuerpo. Vencido, se miró al espejo y ahí estaba: un monstruo de dos cabezas.
Gracias, Celina. Y gracias por la hermandad de imágenes, me quedo desconfiando de mi piel y mis huesos ahora. Sospecho de lo que vaya a ver en el espejo :-)
2 comentarios:
va de regalo un microcuento de mi autoría, tan en comunión con lo expresado en este bello poema.
Disfraz
Le regalaron un muñeco. Curioso, le bajó el cierre que tenía en
la espalda hasta por debajo de la cadera. Miró cada hueso, cada
articulación con sus yemas. Cosas de la edad. Sintió algo viscoso y
siguió hurgando. Notó que las yuntas se movían. Con maña logró
quitar un hueso y otro y otro. Instantáneamente, la piel cayó al
suelo. Intentó ponérsela y sólo logró cubrir la parte izquierda de
su cuerpo. Vencido, se miró al espejo y ahí estaba: un monstruo
de dos cabezas.
Gracias, Celina.
Y gracias por la hermandad de imágenes, me quedo desconfiando de mi piel y mis huesos ahora.
Sospecho de lo que vaya a ver en el espejo :-)
Publicar un comentario