El coro mayor de ranas canta con agudos en equilibrado
juego de voces, pero cada tanto un escuerzo caradura,
grandulón e impertinente, interrumpe de golpe con grave
profundo.
Silenciado, el resto queda atónito con este desparpajo,
mientras éste -no me quedan dudas- sonríe
socarronamente.
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3 comentarios:
Dedicado a todas esas ranas de mis noches de verano y a aquel grandulón impertinente.
Pues que rollo de canciones y noches que pasarían las pobres ranitas si este impertinente no estuviera, seguro que aunque incordia a todas les hace gracia jeje
Genial imagen despiertas en mi cabeza, se lo contaré a mi hijo al ir a acostar hoy
Besos Iván ;DD
Irene: me halaga que se lo cuentes a tu hijo. A mi mayorcita le hizo mucha gracia cuando le hice notar al grandulón entre el coro de ranas, una de esas noches de verano.
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